German hangover

Vaya fin de semana mas majo. Deprisa a todas partes que el tiempo apremia. Muchen ciudad conquistada por segunda vez y las que hagan falta.

El viernes empezó el día con prisas para hacer la mochila, que llevarme o mejor dicho que me entra en la mochila de clase. Que sacrificar. Claro esta que lo primero a sacrificar seria el desodorante, seguido del champú. Eso si que las chanclas y agua y la toalla no falten por si ahí que usarlo.

De ahí a clase, lastima que me tuviese que perder las cañas de los viernes por ir a coger un avión con destino Munich. Lastima. En el avión, jo, que diferencia de aviones. Aunque parezca publicidad no lo es. SI podéis optar a viajar con Aer Lingus, hacerlo. Asientos de cuero, bien espaciados para la gente de piernas cortas como las mías. Que merece la pena, eso si tampoco dan de comer.

Una vez en Munich tocaba la espera del casadero, así que nos dio tiempo de tomar unas cañejas, cenar, recenar (que como dicen las malas lenguas, siempre es mejor recenar que no tener que dar explicaciones). Una vez acogido mediante gritos cánticos y zarandeos una hora de tren hasta el centro de la ciudad. Buscar el hotel y sitios donde tomar unos bebibles y poder echar unos balibles. Pero que bien se lo montan estos españoles a base de cocacolas y zumos de naranja. Pero que bien. Y parecen la mar de contentos. Vaya.

El sábado ya por la mañana a eso de las 10 el sol toco diana. Así que todos a arriba, acicalarse, entrega de camisetas para la ocasión. Pero que camisetas. Increíbles. Pareceríamos la selección española de fútbol del mundial de España. Once que éramos y once camisetas rojas con el escudo de España, logo arcaico de adidas, franjas amarillas. Y lo mejor la calidad de la camiseta. De algodón de las buenas de aquellos tiempo. Eso si no fue posible que la compañía nos hiciera unas replicas originales y tuvieron que ser manufacturadas en los talleres chinos y clandestinos de nuestros hogares.

Con nuestras camisetas nos dirigimos a desayunar, el que un buen quebap con su inestimable compañero de fatigas el zumo de cebada, entro bien. Una vez que finalizado nos dirigimos hacia el recinto ferial donde nos esperaban momentos de risas, mas risas y diversión. Con carreras de alfombras, tiro de latas con pelotones, pateadas a balones de fútbol.

Lo que no llegue a saber era por que toda la gente de allí con camisetas rojas del bayer nos saludaba pero también unos de azul de salke nos miraban mal seria que jugaban el bayer contra el salke. Pero si les ganamos en la final de la eurocopa, íbamos con camisetas retro de España, nos deberían de mirar todos mal.

Una vez en la carpa, pues lo típico, cánticos, brindis, mas cánticos, mas brindis. Mención a Fernando Torres, Fernando alonso, canciones típicas. Los italianos diciendo que eran campeones del mundo nosotros que de Europa. Más risas. Nuevas amistades. EE de lo que me di cuenta que el curso este de ingles me ha servido de algo. Pues no pare de hablar con gente de Italia, Alemania, América, Americanos, Albacete, etc. y a todos ellos en mi casi idioma ya nativo el Ingles. Increíble. La chapa que les pude dar a las "Americaaaanaaaass".

El domingo, era mi vuelta a Dublín, y de lo que sucediera no podría explicarlo pues no estaba. Eso si solo me acuerdo que el viaje en tren hasta el aeropuerto fue eterno. Y que al contrario el viaje en avión fue corto, tan corto que me senté y las azafatas me despertaron para indicarme que ya habíamos aterrizado en Dublín y que sino quería irme a cocheras que me fuera. De nuevo el hombre de la cerbatana o francotirador me siguieron.

Hoy lunes el día a sido normal, todo el mundo hablando de la fiesta de despedida de los que se iban la semana pasada y yo de mi viaje relámpago a Munich. Eso si hoy hemos tenido sol de verano, nubes y lluvia, todo en un solo día.

Nota del cronista: Aun sabiendo que a estas crónicas les falta chicha como mucha gente ha comentado. De este viaje se ha establecido un secreto de sumario por los jueces del tribunal de la Haya la jueza Constance Harm y el juez Roy Snyder y el juez Maltin. Pues al tratarse de una despedida de soltero hay, habrá y hubo actuaciones buenas, malas y menos buenas. Que por respeto a los presentes en el evento no pueden ser revelados.

Sin mucho más que contar. Adiós.

Social

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar